viernes, 27 de marzo de 2009

Habla con Bécquer


Elige el poema que más te apetezca de Bécquer y contéstale con un poema tuyo como hizo Mario Benedetti al poema "Volverán las oscuras golondrinas"

7 comentarios:

Anónimo dijo...

RIMA LXVI

¿De dónde vengo?... El más horrible y áspero
De los senderos busca;
Las huellas de unos pies ensangrentados
Sobre la roca dura
Los despojos de un alma hecha jirones
En las zarzas agudas,
Te dirán el camino
Que conduce a mi cuna.

¿Adónde voy? El más sombrío y triste
De los páramos cruza,
Valle de eternas nieves y de eternas
Melancolías brumas.
En donde esté una piedra solitaria
Sin inscripción alguna,
Donde habite el olvido,
Allí estará mi tumba.

RESPUESTA:

¿De dónde vengo?...
Me respondes sin tener contestación
pues tú mismo sabes que nadie la tiene.
No me envíes a buscar un lugar
que ni siquiera existe;
Me lastima saber que tu alma,
sin alivio quedó;
Que sólo anhelabas hallar
un lugar donde al fin,
pudiera descansar tu malherido corazón.

¿Adónde voy?
Siempre quise saber dónde marcharían
las sombras de aquellos que como tú
jamás fueron amadas,
que cruzaron duros arrecifes nevados,
que la bruma del irascible mar envidiaban.
¿Adónde voy?
Dímelo tú, que sabes del cierto
que el olvido es tu mejor compañero
que habitarás aquél lugar
dónde nadie te recuerde;
donde tu ser descanse, al fin, eternamente.



Laura.

Aurelia Brooks dijo...

RIMA XLI

Tú eras el huracán, y yo la alta
torre que desafía su poder.
¡Tenías que estrellarte o que abatirme...!
¡No pudo ser!

Tú eras el océano; y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén.
¡Tenías que romperte o que arrancarme...!
¡No pudo ser!

Hermosa tú, yo altivo; acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder;
la senda estrecha, inevitable el choque...
¡No pudo ser!

Gustavo Adolfo Bécquer

RESPUESTA:

Tú eras la torre y yo el huracán,
mas si intento abatirte,
¿acaso no muero esparciendo mis sesos?

Tú eras la roca y yo el océano, mas si intento arrancarte,
¿acaso mi fuerza no es en vano y acabo mi vida en el intento?

Uno arrolla y el otro no cede,
uno es agua y el otro piedra,
mas, mi destino contigo,
¿acaso es otro que morir?

Sandra R.

Aitor L. Beltrán dijo...

RIMA ILIX

¿A qué me lo decís? Lo sé: es mudable,
es altanera y vana y caprichosa:
antes que el sentimiento de su alma
brotará el agua de la estéril roca.
Sé que en su corazón, nido de sierpes,
no hay una fibra que al amor responda;
que es una estatua inanimada...; pero...
¡es tan hermosa!

RESPUESTA

¿A qué se lo digo Don Gustavo? Sé que lo sabe,
mas no parece del todo advertido:
Muchas rimas ha que canta del amor sus batallas,
y demasiadas noches son errantes de vigilia.
Sé que en su corazón, abismo de afecto,
no hay una fibra que al querer no responda;
que es ansia hecha un cúmulo de antojos...; pero...
¡la flor marchita!

PD: Dirige ese amor a tu espíritu; si lo crees necesario...

Anónimo dijo...

RIMA ILIX

¿A qué me lo decís? Lo sé: es mudable,
es altanera y vana y caprichosa:
antes que el sentimiento de su alma
brotará el agua de la estéril roca.
Sé que en su corazón, nido de sierpes,
no hay una fibra que al amor responda;
que es una estatua inanimada...; pero...
¡es tan hermosa!

RESPUESTA

¿A qué se lo digo Don Gustavo? Sé: que lo sabe,
mas no parece del todo advertido:
muchas rimas ha que canta del amor sus batallas
y demasiadas noches son errantes de vigilia.
Sé que en su corazón, abismo de afecto,
no hay una fibra que al querer no responda;
que es ansia hecha un cúmulo de antojos...; pero...
¡la flor marchita!

PD: Dirija ese amor a su espíritu; si lo cree necesario...

Anónimo dijo...

RIMA XLI

Tú eras el huracán, y yo la alta
torre que desafía su poder.
¡Tenías que estrellarte o que abatirme...!
¡No pudo ser!

Tú eras el océano; y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén.
¡Tenías que romperte o que arrancarme...!
¡No pudo ser!

Hermosa tú, yo altivo; acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder;
la senda estrecha, inevitable el choque...
¡No pudo ser!

RESPUESTA:

Siempre me cautivaste,
tus formas, tu romanticismo
siempre fantástico.

Tu poema me encanta,
sus comparaciones muy buenas son.
Un pensamiento hay detrás.
Nos hace darnos cuenta
que dos polos opuestos
si no ceden entre sí,
no se pueden atraer.


Alicia

Anónimo dijo...

RIMA XI

—Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soy el símbolo de la pasión,
de ansia de goces mi alma está llena.
¿A mí me buscas?
—No es a ti, no.

—Mi frente es pálida, mis trenzas de oro:
puedo brindarte dichas sin fin,
yo de ternuras guardo un tesoro.
¿A mí me llamas?
—No, no es a ti.

—Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
soy incorpórea, soy intangible:
no puedo amarte.
—¡Oh ven, ven tú!

RESPUESTA:

¿Buscas una mujer apasionada, oscura y fogosa?
No, no es a ella.

¿Buscas una mujer blanquecina, dorada, dulce y delicada?
No, no es a ella.

¿Buscas una fantasía, una utopía, una visión, alguien sin sentimiento?
Sí, a ella quieres.

Buscas la mujer ideal, la amada perfecta…
Siento desilusionarte, quieres un amor inalcanzable.

Anna

Anónimo dijo...

RIMA XXX

Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mis labios una frase de perdón...
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.

Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: "¿Por que callé aquél día?"
y ella dirá. "¿Por qué no lloré yo?"

Respuesta :

Mis ojos vieron llover
y él se excusó.
La lluvia y la soberbia hablaron
y su disculpa se disipó.


Nuestros caminos se separaron ,
tu recuerdas en lo que fuimos,
tu recuerdas porque las palabras no hablaron..
y yo recuerdo porqué el cielo no estaba nublado.


Miriam