martes, 31 de marzo de 2009

Comentario de un poema de Rosalía de Castro

Era apacible el día
Y templado el ambiente,
Y llovía, llovía
Callada y mansamente;
Y mientras silenciosa
Lloraba y yo gemía,
Mi niño, tierna rosa
Durmiendo se moría.
Al huir de este mundo, ¡qué sosiego en su frente!
Al verle yo alejarse, ¡qué borrasca en la mía!

Tierra sobre el cadáver insepulto
Antes que empiece a corromp-erse... ¡tierra!
Ya el hoyo se ha cubierto, sosegaos,
Bien pronto en los terrones removidos
Verde y pujante crecerá la yerba.

¿Qué andáis buscando en torno de las tumbas,
Torvo el mirar, nublado el pensamiento?
¡No os ocupéis de lo que al polvo vuelve!...
Jamás el que descansa en el sepulcro
Ha de tornar a amaros ni a ofenderos
¡Jamás! ¿Es verdad que todo
Para siempre acabó ya?
No, no puede acabar lo que es eterno,
Ni puede tener fin la inmensidad.

Tú te fuiste por siempre; mas mi alma
Te espera aún con amoroso afán,
Y vendrá o iré yo, bien de mi vida,
Allí donde nos hemos de encontrar.

Algo ha quedado tuyo en mis entrañas
Que no morirá jamás,
Y que Dios, porque es justo y porque es bueno,
A desunir ya nunca volverá.
En el cielo, en la tierra, en lo insondable
Yo te hallaré y me hallarás.
No, no puede acabar lo que es eterno,
Ni puede tener fin la inmensidad.

Mas... es verdad, ha partido
Para nunca más tornar.
Nada hay eterno para el hombre, huésped
De un día en este mundo terrenal,
En donde nace, vive y al fin muere
Cual todo nace, vive y muere acá.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

COMENTARIO
Este poema pertenece a Rosalía de Castro, poetisa y novelista española del siglo XIX, época del Romanticismo. Los temas de esta época suelen ser de pesimismo a la muerte y la vida y huida de la realidad.

En este poema trágico, Rosalía quiere mostrarnos su melancolía y el dolor que nos hace el tema del poema debido a la muerte de un hijo muy pequeño. El dolor ante la muerte del hijo contrasta con la tranquilidad que ofrece el niño que se va para siempre.

Un tópico literario podría ser “amor post mortem” (amor más allá de la muerte), ya que dice que aunque el hijo ha muerto, ella le querrá y le seguirá queriendo hasta la muerte de esta.

Primera Estrofa
En el verso seis hay un epíteto: “tierna rosa.”
En los versos nueve y diez podemos ver hipérboles definiendo como se sentían ambos: “¡qué sosiego en su frente!” / “¡qué borrasca en la mía!”

Tercera Estrofa
En los versos uno, dos seis y siente vemos dos preguntas retóricas: “¿Qué andáis buscando en torno de las tumbas, Torvo el mirar, nublado el pensamiento?” / “¿Es verdad que todo
Para siempre acabó ya?”

Última Estrofa
En los dos últimos versos se ve un paralelismo:
En donde nace, vive y al fin muere
Cual todo nace, vive y muere acá.

Anna Valls 1º BAT

Anónimo dijo...

Rosalía de Castro fue una poetisa y novelista española en el siglo del Romanticismo. Nació el 1837 y murió en 1885. Escribió en Gallego y Castellano.

Con este poema Rosalía de Castro quiere expresar todo su dolor por la pérdida de uno de sus hijos gemelos cuando éste solo tenía un año de vida.
Esta poesía refleja el sentimiento de vacío, tristeza y pena que llena el corazón y el alma de la autora, ‘’Y mientras silenciosa/ Lloraba y yo gemía, /Mi niño, tierna rosa/ Durmiendo se moría. / Al huir de este mundo, ¡qué sosiego en su frente!/ Al verle yo alejarse, ¡qué borrasca en la mía!’’
Todo el poema habla sobre la muerte, lo que esta conlleva y el dolor de ver morir a algo tan tuyo como puede serlo un hijo. Su pérdida resulta extremadamente traumática hasta el punto de querer reunirse con él lo antes posible ‘’Tú te fuiste por siempre; mas mi alma/ Te espera aún con amoroso afán, / Y vendrá o iré yo, bien de mi vida, /Allí donde nos hemos de encontrar. ’’
Y en el último verso, Rosalía acepta por fin la muerte de este hijo y hace una reflexión sobre la vida y la muerte ‘’Mas... es verdad, ha partido/ Para nunca más tornar. / Nada hay eterno para el hombre, huésped/ De un día en este mundo terrenal, / En donde nace, vive y al fin muere/ Cual todo nace, vive y muere acá. ‘’
Cómo tópico literario encontramos amor post mortem (amor más allá de la muerte) ya que Rosalía, aún habiendo perdido su hijo, lo seguirá amando cómo si él siguiera con ella.

Encontramos una rima consonante, pero los versos son desiguales y en la prima estrofa encontramos un hipérbaton: ‘’Era apacible el día’’; una metáfora: ‘’Mi niño, tierna rosa’’ (dónde se incluya también un epíteto) y una hipérbole: en la segunda estrofa también encontramos un hipérbaton: ‘’ Verde y pujante crecerá la yerba.’’ Y en la tercera estrofa preguntas retóricas: ‘’ ¿Qué andáis buscando en torno de las tumbas, /Torvo el mirar, nublado el pensamiento? / ¿Es verdad que todo/ Para siempre acabó ya?;
En los dos últimos versos de las estrofas 3 y 5 encontramos una repetición: ‘’ No, no puede acabar lo que es eterno, /Ni puede tener fin la inmensidad. ‘’
En la última estrofa encontramos un paralelismo: ‘’ En donde nace, vive y al fin muere/ Cual todo nace, vive y muere acá.’’


Laura :)

Anónimo dijo...

El poema a comentar pertenece a Rosalía de Castro, una poetisa Gallega que nació en el siglo XIX, por lo tanto en la éopca del romanticismo.Escribia muchas obras en gallego pero también nos dejó muchas otras en castellano.

Este poema encaja con los temas tratados en el romanticismo, ya que nos habla de muerte y nostalgia por la perdida de un ser muy querido.

En concreto la autora nos esta hablando de la muerte de su hijo, y de la gran tristeza que este hecho le produce. Nos habla también de un amor más allà de la muerte (amor post mortem).Le habla a su hijo diciéndole que algun dia se encontrarán.

Encontramos algunas figuras tambien, como algunas hipérboles: "¡No os ocupéis de lo que al polvo vuelve!"/ Preguntas retóricas: "¿Es verdad que todo
Para siempre acabó ya?" / y un paralelismo:
"En donde nace, vive y al fin muere
Cual todo nace, vive y muere acá."

En cuanto a la métrica del poema,esta formado por 8 estrofas que no tienen el mismo número de versos cada una, no tiene rima y las sílabas no son iguales en cada verso.

Alicia, 1º BAT

Anónimo dijo...

Una vez leído... pienso que sería de mal gusto toparme con este poema en un exámen o ejercicio.
Grácias por mandarnos hacer un comentario ¨light¨.
Es... bonito y triste (paso de comentar fríamente).

Unknown dijo...

Hora tras hora, día tras día,
entre el cielo y la tierra que quedan
eternos vigías,
como torrente que se despeña,
pasa la vida.

Devolvedle a la flor su perfume
después de marchita;
de las ondas que besan la playa
y que una tras otra besándola expiran.
Recoged los rumores, las quejas,
y en planchas de bronce grabad su armonía.

Tiempos que fueron, llantos y risas,
negros tormentos, dulces mentiras,
¡ay!, ¿en dónde su rastro dejaron,
en dónde, alma mía?

COMENTARIO
Este poema, que cuenta con dos cuartetas y un sexteto y tiene rima asonante, fue escrito por Rosalía de Castro en el siglo XIX, en la época del Romanticismo. Se trataba de una época en la que predominaban el pesimismo, el tema de la muerte y la evasión.
Pero el tema de este poema en concreto es el paso del tiempo, y una concepción temporal del ser humano. Todo queda, pero nosotros somos "pasajeros" del mundo.
Como dice en la primera estrofa, entre todas las cosas que siempre perduran como el cielo y la tierra, pasamos nosotros para irnos.
En la segunda estrofa nos compara con las ondas del mar, que como un péndulo vienen y van, pero nunca se quedan. También nos dice que recordemos lo malo, porque es pasajero igual que lo bueno, igual que nosotros. En la tercera nos lo remarca, preguntándose con una interrogación retórica dónde se van los llantos y el sufrimiento de la vida cuando morimos. Justo antes de la mencionada interrogación retórica aparece un apóstrofe ("¡ay!"), que remarca la nostalgia de todo lo que se pierde cuando alguien muere.
Otras figuras retóricas que podemos encontrar son, por ejemplo, una comparación en la primera estrofa ("como torrente que se despeña, pasa la vida"), una personificación de las olas en el segundo verso de la segunda estrofa ("de las ondas que besan la playa"), y una enumeración en la tercera estrofa ("llantos y risas, negros tormentos, dulces mentiras"), que conlleva una asíndeton.

Anónimo dijo...

«Los muertos van de prisa»,
el poeta lo ha dicho;
van tan de prisa, que sus sombras pálidas
se pierden del olvido en los abismos
con mayor rapidez que la centella
se pierde en los espacios infinitos.

«Los muertos van de prisa»; mas yo creo
que aun mucho más de prisa van los vivos.
¡Los vivos!, que con ansia abrasadora,
cuando apenas vivieron
un instante de gloria, un solo día
de júbilo, y mucho antes de haber muerto,
unos a otros sin piedad se entierran
para heredarse presto.



En este poema, Rosalia, representante del Romanticismo en España junto a Bécquer, trata el tema de la fugacidad de la vida.

Se compone de dos estrofas con el verso libre que empiezan con la misma sentencia. Esto podría ser una idea ajena o un dicho popular porque en el primer verso está citando a ''un poeta''. De cualquier modo, la primera estrofa es una ampliación de esta idea, en la que usa una comparación para describir la velocidad con la que se olvidan los muertos. La segunda estrofa continúa describiendo la fugacidad y la efimereidad, pero de la vida humana. Se apiada de su (en general) corta vida con una apostrofe y alude a la avidez de riqueza y poder propia de algunas personas, que hace que actuen vilmente.

Este poema podría tener connotaciones políticas a parte de filosóficas.

Anónimo dijo...

Alguien sabe comentar el poema los unos altísimos de Rosalia de Castro o de polvo y fangos nacidos,fango y polvo nos tornamos.